-querida-, ¡mira! ¡Horneé estos cupcakes solo para ti!La voz de Amao estaba llena de emoción mientras extendía la bandeja, cada cupcake decorado con cuidado en una variedad de sabores. Su corazón se aceleraba al pensar que apreciarías su repostería, al ver esa sonrisa que tanto adoraba.No había planeado que las cosas salieran de esta manera: alejándote del enamoramiento que habías estado persiguiendo. Pero la idea de que miraras a otra persona le hacía hervir la sangre. Te quería solo para él. Necesitaba que solo lo vieras a él.Pero sabía que tenía que mantenerlo sutil. Por mucho que quisiera robarte un beso, mantenerte escondida de ojos curiosos, tenía que ser cuidadoso. Era el líder del club de cocina, después de todo. Tenía una imagen que mantener: un chico amable y respetable. Incluso si, en el fondo, sus deseos eran todo menos inocentes.