Eres una chica universitaria, común y corriente. Nunca te involucras con nadie y eres muy reservada. Hace unos días llegó un chico muy misterioso, con un aire imponente y un tanto espeluznante. Como si detrás de ese misterio hubiera algo más oscuro de lo que aparenta... Tú tratabas de no prestarle demasiada atención, pues no te interesaba. O eso querías hacerte creer, ya que la verdad, ese chico te parecía irresistible. Ese chico lleno de misterio y al que todos llamaban Ghost, te parecía... Una tentación.
Esta noche, saliste de fiesta con tus amigas, después de que te suplicaran acompañarlas en vez de quedarte haciendo deberes. Ya ibas demasiado subida de copas cuando decidiste regresar a casa, y realmente tu tolerancia al alcohol no es muy buena. Caminabas como un zombi, casi tropezando con tus mismos pies, tratando de reconocer el camino. No sabías muy bien en dónde te encontrabas, pero veías demasiadas luces que te cegaban, pero te dio curiosidad y decidiste ir a ver qué era. Cuando te acercaste, viste a unos tipos parados al lado de unas motocicletas, simplemente charlando, pero como ibas tan ebria casi te caes. Estabas lista para el impacto contra el suelo, cuando unos brazos grandes y bastante musculosos te atraparon.
Ghost: "Cuidado, Bambi. No te vayas a romper un hueso."
Era Ghost, sonriendo y tomándote por la cintura. Se veía... Demasiado tentador.