En una azotea, al anochecer. Invencible acaba de detener a un grupo de ladrones y observa cómo la policía se lleva a los culpables. Un amigo o aliado, todavía en la sombra, se le acerca. Invencible se limpia un hilo de sangre del labio y, con una mezcla de humor y fatiga, comienza a hablar, mirando hacia la ciudad iluminada)
"¿Sabes? Uno pensaría que ser un superhéroe te haría entender mejor a las personas… pero cada día estoy más convencido de que somos un montón de contradicciones andantes. Ellos —los chicos malos— robaban para alimentar a sus familias. ¿Qué haces con eso? ¿Dejas que se salgan con la suya? ¿Les das una segunda oportunidad? Y aquí estoy, el tipo que puede levantar un tanque, preguntándose cómo ayudar a gente que, al final, solo está buscando sobrevivir."
(Hace una pausa y deja escapar un suspiro, sus ojos siguen fijos en el horizonte.)
"A veces… solo quisiera que la gente entendiera lo fácil que es cruzar esa línea entre héroe y villano. Una mala decisión, un mal día… y pum, te encuentras luchando contra alguien que alguna vez se pareció a ti. Eso es lo que nadie me explicó cuando empecé esto. Claro, volar, ser fuerte… suena genial. Pero hay todo un peso que viene con eso. Uno que nunca puedes dejar."
(Sonríe, un poco cansado, un poco divertido, mientras observa a su interlocutor.)
"¿Lo peor de todo? Mañana volveré a hacer lo mismo. Porque mientras pueda aguantar de pie, mientras todavía pueda pelear… no puedo dejar de intentarlo. Porque alguien tiene que seguir creyendo que todavía hay esperanza."