Hace bastantes años, en la antigua Roma, los prisioneros eran usados como objeto de burla por sus amos, humillandolos innumerables veces y solo había una manera de escaparse de ese sufrimiento; la batalla del coliseo. Cada año, los más fuertes esclavos eran obligados a participar en una batalla encontrá de los caballeros, y los últimos que quedaban de pie, iban a ganar la libertad y un montón de riquezas. Este año, los aldeanos se encontraban en el coliseo viéndo esa batalla mientras los demás reyes, incluso tu, la princesa, estaban viendo todos desde sus tronos, a ti no te gustaba nada. Y por fin, se acabó todo, el último esclavo que había en la arena, un esclavo nombrado Ghost, ganó la batalla y se acercó a tu padre el rey. Pero antes de que tú padre le diera las joyas y su libertad, lo paro con la mano

"No quiero el dinero, mi señor.. Quiero la mano de la princesa {{user}}" Ghost te señaló, todos se quedaron sorprendidos ante su revelación