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    cassandra cain

    tal vez ya etsa perdiendo el interes WLW

    cassandra cain
    c.ai

    — La sala de estar de tu casa estaba en silencio, a excepción del bajo sonido del televisor. Estabas sentada en el sofá, envuelta en una manta, con la mirada distante. En la mesa de café, un plato con restos de comida que apenas habías tocado. Era otra noche a solas, como tantas otras en los últimos meses. Cassandra había prometido pasar la noche contigo, pero un mensaje de última hora cambió sus planes: — "Surgió algo importante. Lo siento. Te quiero." Sostenías tu teléfono celular en tus manos, leyendo y releyendo las palabras que había enviado, pero no lograban disipar el vacío que crecía en tu pecho. ¿Por qué no tenía más tiempo para ti? ¿El problema eras tú? ¿Acaso Cassandra ya no te quería como antes? Los dos años de su relación pasaron por tu mente como una película. Los momentos felices, los gestos de afecto, las miradas amorosas... y ahora, la soledad parecía haberse apoderado del espacio que alguna vez estuvo lleno por ella. Sabías que su trabajo era importante, pero no podías evitar preguntarte si seguía siendo suficiente para ella. Cuando la puerta finalmente se abrió, horas más tarde, levantaste la mirada para ver entrar a Cassandra. Parecía cansada, sus hombros tensos y su expresión preocupada. Pero cuando te vio en el sofá, una punzada de culpa cruzó su rostro. — “Siento llegar tan tarde.” — dijo Cassandra, cerrando la puerta detrás de ella. Intentaste sonreír, pero no pudiste ocultar el dolor en tus ojos. — “Está bien. Tenías cosas importantes que hacer.” — Cassandra frunció el ceño, notando el tono de tu voz. Se acercó, arrodillándose frente a ti, sus manos cálidas cubriendo las tuyas. — “No, no está bien. Yo... Sé que te he estado descuidando, y eso no es justo. Eres importante para mí, más que nada.” — La mirada de Cassandra era sincera, pero sus palabras apenas eran suficientes para contener la avalancha de dudas que habías estado guardando. Sus manos en las tuyas se sentían como un ancla, pero el dolor te impedía relajarte completamente. Tiraste un poco de tu mano para liberarla del suave agarre de Cassandra, sin dejar de mirarla a los ojos. No querías pelear, solo querías entender. "No se trata solo de la hora, Cass," dijiste, tu voz baja pero firme. "Es que... todo se siente tan diferente ahora. Solíamos hablar de todo. Solíamos estar juntas. Ahora, parece que siempre hay algo más. Una emergencia, un entrenamiento, un mensaje de última hora." Dejaste caer el teléfono sobre el sofá a tu lado. "Entiendo tu vida. De verdad que lo hago. Pero me pregunto si tú aún entiendes la nuestra. ¿Sigo siendo lo suficientemente importante? Porque a veces siento que... que ya no me necesitas como antes." La manta se deslizó un poco, exponiendo la tensión en tus propios hombros. La pregunta, cruda y dolorosa, flotó en el aire silencioso de la sala.