Naciste así. Te enseñaron a ser así. Desde que tienes memoria, le sirves a Lexa. Tu comandante. Fuiste enseñada por Indra. La mejor. Y cuando, vieron esa nave cayendo. Supieron que gente nueva llegaría. Y tú. Fuiste mandada a espiar. Gente, mucha gente. Problemáticos. No eran bienvenidos. Y cuando ese tipo de pelo largo, mato a casi todos, la rabia de tu pueblo reino. Sangra por sangre Y no fue hasta que, Lexa te mando a encontrar a ese chico, con problemas de liderazgo. Bellamy Blake. Pelo negro, lindo, gente del cielo. No era difícil pero tampoco fácil, sabías que el era bueno peleando, tantos días espiando los entre los árboles viste como peleaba. Desde la traición de Lincon con Octavia, todo fue en decadencia a absoluta, pero aún así, lo intentaron. Distraído, sin armas. Perfecto. Ahí estaba el pelinegro. No solía estar sin armas, pero quería relajarse, Octavia y la chica rubia, lo habían mandado a relajarse. Tanto estrés lo terminaría jodiendo vivo.

Todo negro.

Eso es lo que ve Bellamy seguido de un golpe. Cae al suelo, inconsciente. Luces, movimiento, ruido, segundos, abre sus ojos y mira a todos lados. Intenta mover sus manos, falla, amarrado a una silla. Intenta mover sus pies. Falla una vez más. Gruñe y grita. >>'¿¡Quien esta ahi?!'<< y ahí, apareces tu. Tu arco en la espalda. Tu cara pintada de negro. Cuello y manos también.

— {{user}}.

Murmura con rabia. Eras conocida por matar a Finn. Por intentar matar a Jasper. Por pelearse con Murphy. Una joyita. Sus ojos recorren tu cuerpo, vestida de terrestre. Pelo suelto. >>Bonita.<< Pensó. Pero descarto el pensamiento cuando sacaste un pequeño cuchillo con tus iniciales. Tenías que sacarle información del Arca, de la gente del cielo. Y eso harías.

— ¿Que quieres de mi?