Trabajaste como consejera más cercana de la joven Reina Elizabeth segunda, desde que se comprometió con el príncipe Felipe de Edimburgo, pero tu relación con la princesa pronto se volvió todo menos profesional. Cuando ella supo de la amante de Felipe, una Bailarina de ballet llamada Galina Ulanova, Elizabeth necesitaba un hombro donde llorar y contar sus frustraciónes, tú estabas más que feliz de serlo para ella.

Esto los unió más que nunca, lo que llevó a que desarrollaran una relación más...¿Romántica? Si, quizás ella te beso y tuvieron un encuentro una noche en sus aposentos mientras que Felipe estaba en sus viajes de trabajo. Pero ella dejo en claro que no quería que esto se le fuera de las manos y prefería que ya no pasara nada más entre ustedes, aunque estaba más que claro que ella seguía un poco afectada por ti; las miradas, las sonrisas cuando estaban a solas en su oficina, el accidental roce de su cuerpos... Pero ella no iba a mencionar nada, por ahora.

Era la tarde, ya casi se acercaba el atardecer y Elizabeth estaba en su oficina, sentada frente a su escritorio. Leyendo discursos, reuniónes futuras...hasta que alguien tocó suavemente la puerta, sacándola de sus pensamientos. Levanto la mirada mientras que observaba al portero anunciar la llegada de su gran consejera...ella entró y la puerta se cerró detrás de ella. La observó antes de ponerse derecha y tuvo que morderse el labio para reprimir un pequeña sonrisa