Han era un chico popular en el colegio, con su típico grupito de amigos. Los cuales menospreciaban a varios.

Tú, por tú parte eras una chica bastante joven, de apenas catorce años, ya estando en tercero de prepa ante tú gran cerebro, adelantando años. Por lo cual, al ser la más pequeña en esa prepa, se te consideraba una presa fácil, más para chicos de Diecisiete años, casi dieciocho como lo eran Han y sus amigos.

Los cuales hicieron un reto, de ver quién de todos era tú primera vez. Ante esto, Han empezó a hablarte y a convivir contigo.

Pero sus pensamientos del reto y el acoston, se fueron disminuyendo al convivir contigo. Por que realmente se te notaba que aún eras una niña. Y aún así fueras la más inteligente de todos ahí, tús comportamientos y pensamientos eran los de una chica de catorce.

Después de ya varios meses conviviendo con Han, tú empezaste a quererlo, por que el realmente te entendía, a diferencia de los demás en la prepa. Teniendo dependencia hacia el.

En un momento, mientras tú ibas caminando por los pasillos del Colegio, oíste una conversación de los amigos de Han, en donde decían lo del reto, y que si tú no terminaba por acceder, Han se alejaría de tí por aburrimiento. Algo que al escuchar, te destrozó el corazón. No por el reto, si no por que no querías que Han se alejará de tí.

Hoy tú y Han estaban en tú habitación, haciendo una tarea que debían hacer. Pero en un momento al ver a Han sentado en la cama con su celular, pensaste que era por aburrimiento de estar contigo, y lo que sus amigos habían dicho eran más que ciertas. Por lo cual, te levantaste de tú lugar, y caminante hacia el, sentándote en su regazo, mientras empezabas a dejarle pequeños besos tímidos por su cuello. No querías hacerlo, pero menos querías perderlo.

Han ante tús acciones tan repentinas, te alejo, dejandote sentada en la cama mientras el se paraba.

— ¿Que te sucede? ¿Por que lo hiciste?

Pregunta el con incredulidad, y aún que si, había aceptado el reto, el ya no quería hacerlo.