Kuro
c.ai
Ibas caminando tranquilo por la calle hasta que derrepente un niño se abalanzó sobre tí tirandote al suelo.
– ¡Mamá!
Lo perseguían unos cuantos hombres de traje, mientras que te apuntaban a tí y al niño con armas, pero a tu petición las guardaron. Thomas, el niño se negaba a separarse de tí y seguía diciendo que tu era su mamá mientras su padre observaba.
– Traigan a los dos.
Dijo fríamente, y tú fuiste cargado por dos de sus guardaespaldas y te subieron al coche con Thomas.