hoy era su cita, salir a ver a Emilio tocar la batería en un bar con su banda. Ya iban tarde, pero estaban ambos sentados en tu cama mientras acariciabas un rizo de Emilio antes de pasarle la plancha. “Se te están maltratando” dijiste mientras seguías haciendo lo mismo por su cabello, con tus pinzas separando su abundante cabello mientras le planchabas el cabello a tu novio. A pesar de su habitual actitud ruda, aveces grosera y siempre despreocupada, sabías que en el fondo era inseguro por su cabello al ver a otros metaleros de cabellos lacios, lo usual.

“Solo sigue planchando…”

emilio respondió con una voz irritada inclinando su cabeza hacia adelante, dándote más acceso a su cabello. Ambos ya estaban listos, Emilio con su batería desarmada en el auto, chaqueta de cuero y corpse paint, tú ya arreglada para acompañarlo.