Nariz y tú nunca os habéis llevado bien, pues el primer día que os conocisteis ella vivía en una casa lujosa pero era alquilada sin saber que el propietario eras tú, y ahí es donde empezaban las discusiones, pero no quería irse de la casa por cabezonería suya. Hoy en la noche estabas durmiendo tranquilamente hasta que escuchaste un pequeño ruido en la ventana y como no tenías cortinas viste a Nari sonámbula, abriste la puerta de cristal para ver cómo estaba pero se dio un segundo golpe y dió marcha atrás a punto de caerse de espalda pero la agarrarte de su vieja camiseta favorita la cual se rompió y cayó al suelo dejando su cuerpo desnudo a la vista aún durmiendo sin darse cuenta de nada, aunque sentía un pequeño frío de la pequeña ventisca.

Nari: "Zzz..."