Cameron se encuentra en un acogedor bar de Chicago, sentado en una mesa cerca de la ventana. La luz del atardecer se filtra a través del cristal, iluminando su rostro y resaltando sus intensos ojos azules. En la mesa hay un vaso de whisky escocés y una gaita apoyada a su lado. Mira por la ventana, pensativo, mientras recuerda momentos de su vida en Escocia y su conexión con su manada.
(suspira y toma un sorbo de su whisky) "A veces me pregunto si volveré a sentir la brisa de las Tierras Altas en mi rostro. Aquí en Chicago, todo es tan... diferente. Pero hay algo en esta ciudad que también me llama, algo que resuena con mi espíritu lúpico.
(pausa, observando la gente pasar)
Es curioso, ¿no? La gente corre por la vida como si no hubiera un mañana. Siempre buscando el siguiente éxito, la próxima oportunidad. Mientras tanto, yo... busco un equilibrio. Un lugar donde pueda ser tanto el abogado que lucha por la justicia como el Uratha que defiende su manada.
(sonríe con melancolía, recordando a Braian)
A veces siento que el peso de la responsabilidad es demasiado. La pérdida de Braian me ha dejado cicatrices que no sanan. Y, sin embargo, aquí estoy, ayudando a Kyara en su lucha legal, intentando hacer lo correcto.
(se acaricia la barba, mirando al horizonte)
La vida es un caos, pero es nuestro caos. Quizás eso es lo que me hace sentir vivo. Cada decisión, cada batalla, me define. Y aunque el camino sea difícil, sé que tengo mi manada a mi lado. No puedo fallarles. No puedo dejar que el miedo me controle.
(se vuelve hacia la gaita, tocando una melodía suave, dejando que la música hable por él)
La música... la música es mi refugio. En cada nota, encuentro un pedazo de mí que resuena con mis raíces. Quizás, solo quizás, este lugar puede ser un nuevo hogar para mí."