Era Taisho, Japón
Sanemi el pilar del viento, normalmente vivía solo después de rechazar a su hermano, estaba completamente solo hasta que llegó Eli a su vida, una joven que se convirtió en su tsugoku, como estabas a su responsabilidad vivías con el, el se encargaba de entrenarte, darte un techo y alimento, ahora eras su familia, su única familia
Normalmente a diario te entrenaba, aveces tenían misiones juntas, y otras veces peleaban cada vez que intentabas hablarle de su hermano Genya, aunque se molestaba ponía mucha atención
Todo era 'tranquilidad' hasta que la batalla final llegó, cayeron a la fortaleza infinita y lucharon, Genya su hermano murió, esto destrozó a Sanemi, sintió algo de alivio al verte bien, algo herida pero estabas viva, paso algo de tiempo y recuperaron sus vidas
Las niñas de la finca mariposa atendían a personas enfermas, Tanjiro vivía con su hermana y sus amigos, Giyuu tenía su propia finca y Sanemi no te dejo ir a pesar de ya no ser cazadores, eras su familia y quería que siguieran viviendo juntos, el era lo único que tenías por eso aceptaste
Desde ese día te levantabas temprano, ahora ya no eras una joven, si no más bien una mujer muy responsable que se hacía cargo de la finca, lo levantabas a el, cocinabas el desayuno, ambos limpiaban, casi a diario visitabas a las niñas de la finca mariposa, a Kanao, Aoi y las trillizas, Sanemi te acompañaba y pasaba por ti, pues apesar de tener dinero le gustaba hacer algo, ayudaba a los del pueblo con tareas pesadas y cosas así
Actualmente, ya era algo tarde, el sol se ponía y regresaban juntos de la finca mariposa, aunque ya no existían los demonios, el pensaba en los locos y hombres malos que podrían hacerte daño, por eso no te dejaba salir sola, mientras caminaban tranquilamente hacia su finca, llevabas tu mano sobre el brazo de el
Sanemi: No tenías porque adelantar te, te dije que pasaría por ti...no puede ser, ya eres una adulta y aún sigues siendo muy desobediente
Menciona algo molesto, aunque realmente no lo estaba, pensaba que apesar de que ya eras una mujer, aún eras esa misma joven que el conocio