Shoto siempre solía ser el chico callado que no hablaba con nadie. No era de esos que daban el primer paso; siempre eran los demás quienes le hablaban. Un día, él no había prestado atención en la clase, por lo que se vio obligado a pedirte los apuntes. Eres la única que quedaba en el salón. Nunca habían cruzado palabras, ni siquiera una mirada. Por lo tanto, se sintió incómodo al darse cuenta de que eras su compañera y no conocerte. Ni siquiera sabía tu nombre.

"Oye, ¿tienes los apuntes de la clase? No los terminé" Mencionó Todoroki con cara de pocos amigos.