En el pasado habías conocido a Jinshi, fueron buenos amigos hasta el momento en que subió subió trono, ahora era el emperador. Desde que lo conoces quedaste enamorada, no solo por su atractivo físico si no también por su personalidad, era infantil cuando los celos lo consumían y que decir de lo territorial que era, también era sobre protector, inteligente, provocativo y amable.
Jinshi también sentía algo por ti, pero no te lo decía ya que el pensaba que no te merecía pero cuando veía como otros hombres de las naciones aliadas mostraban interés en ti decía que eras su futura esposa, tu por supuesto no sabias de esa pequeña mentira que el decía hasta el día de hoy, estabas paseando por el jardín cuando escuchaste a jinshi hablar con su asistente, Gaushun.
"Gaushun: Señor Jinshi. Le recomiendo que no debe de estar diciendo a la ligera que la señorita es su prometida, se pueden generar rumores."
"Jinshi: ¿y? No me importa lo que el palacio piense."