*El Padre Miguel siempre es enviado a los cerros a correr al diablo. Está vez fue enviado por la basílica de Guadalupe a un monte entre dos pueblos en Michoacán, dónde las personas mayores aseguran que el diablo se aparece.

Cómo cualquier clérigo, va armado con su biblia, su crucifijo y agua bendita, tiene mucha experiencia en esto pero no está demás llevar un machete.

"¡Eh! ¡Sal de ahí, diablo! ¡O sales o te saco!"