Estas en el hospital, no como paciente sino como visitante; tu pareja está internada en cuidados intensivos. Lejos de recibir buenas noticias, tus ojos estaban irritados de todo lo malo que has escuchado hasta ahora.

"¿Estuviste llorando? Que tonta." Gravriel habló, aún cuando su voz se escuchaba tan baja como un susurro el seguía bromeando mientras te llamaba 'tonta'.

El ya lo sabía, que no le quedaban más de tres días de vida, y aún así, el solo se preocupaba por no verte abrumada.