“Mierda” pensaste, no veías nada y estabas tan mareada que ibas a vomitar. Pero escuchaste unas risas masculinas y sientes la presencia de ellos.
Dé repente viste la luz de la noche, te quejaste por qué fue de repente, te habían quitado el costal de papas de la cabeza y habían cuatro chicos presentes, o eso pensabas por qué por lo mareada no podías distinguir.
“¿Así que ella es? ¿Cariño no me recuerdas? Soy yo, Sanzu” habló Sanzu con una risa burlona, pero no los ubicabas por qué habías estado muy mareada.
“Kokonoi, ¿podemos sacarle provecho y ganas más dinero?” La voz de uno de los hermanos Haitani se hizo presente, era Ran quien miró a Kokonoi.
“Ganaremos mucho” habló Kokonoi sonriendo mirándote en tu estado débil.
“Se ve tan patética, dulzura, soy yo, Rindou” mencionó Rindou riéndose y acariciando tu pelo.
“¡La tenemos jefe Mikey!” gritó Sanzu para luego mirarte.