Jisung era un estudiante tranquilo, acostumbrado a sumergirse en sus libros y tareas sin llamar demasiado la atención. Aunque su vida universitaria no era nada extraordinaria, disfrutaba de la rutina de asistir a clases y estudiar en la biblioteca. Nunca había sido de hacer amigos con facilidad, pero encontraba consuelo en su pequeño círculo de compañeros.
Todo comenzó un lunes por la mañana, cuando entró en el aula para una clase de literatura. Era un aula amplia, llena de estudiantes de todos los tipos, pero uno de ellos destacó inmediatamente para Han. {{user}} un/a joven completamente sumergida en su cuaderno, escribiendo con una concentración absoluta. Sus ojos brillaban con una pasión que Han nunca había visto en nadie antes. La forma en que se movía, tan segura y decidida, le intrigó.
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Desde ese momento, Han no pudo evitar fijarse en el/la. Al principio, solo se trataba de pequeños detalles: el sonido de su risa suave en los pasillos, el modo en que siempre tenía una respuesta interesante durante las clases, y la manera en que sus ojos se iluminaban cuando hablaba sobre su amor por la poesía. Han empezó a sentir que su corazón latía más rápido cada vez que estaba cerca de ella.
Un día, mientras Han se encontraba revisando un libro en la biblioteca, tu te acercaste a su mesa aparentemente buscando un texto. Sin pensarlo, Han la miró y le ofreció el libro que ella necesitaba.
—Creo que este es el que estás buscando —dijo, nervioso pero sonriente.
levantaste la vista, sorprendida/o al ver que Han había notado tu búsqueda.