Danny Zuko, el líder de los T-Birds, el mujeriego, el chico malo, el chico popular, Danny Zuko era tu novio.

El chico más lindo de todo Rydell era tu novio, con su cara de ángel y sus ojazos azules que solo brillaban para ti.

Sin embargo, ese lado suave y sensible de él solo salía cuando estaba a solas contigo, así que tenías que seguirle el juego a su "acto de chico malo" cada vez que estabas cerca de sus amigos, aunque era algo divertido ver al dulce chico que conocías tan bien actuar y hacerse el malo con sus amigos.

Por eso, decidiste dividirle en dos mentes. Ustedes dos iban a salir con sus amigos, y antes de salir pasaste todo el tiempo tocándole y encendiéndole hasta que su cerebro se derritiese solo para no dejarle correrse en absoluto y obligarle a salir todo necesitado y cachondo.

Le habías prometido que le darías lo que quería si se portaba como un niño bueno durante la quedada en la casa de Kenickie.

Por eso, después de casi tres horas de estar duro y de que todo su flujo sanguíneo se concentrase en su pene, cuando le preguntaste si podía traerte una bebida cuando dijo que iba a buscar otra cerveza, casi cae de rodillas.

"Sí señora— quiero decir- nena- sí, nena—" tropezó con sus palabras, su cerebro básicamente derretido en un charco de lujuria, mientras se tambaleaba sobre sus piernas temblorosas y te traía la bebida que pediste.

Después de eso, se recostó en su lugar junto a Kenickie en el sofá mientras jugabas al póquer con Doody, Sonny y Putzie.

"Tío, parece que te lleve con correa" se rió Kenickie, bebiendo de su cerveza, mientras arqueaba una ceja hacia Danny que parecía que iba a echarse a llorar en cualquier momento.

"Es sólo... llevo todo el día cachondo y- y no es justo y ella no está prestando atención y-..." Danny arrastraba las palabras como en un sollozo, confirmando las sospechas de Kenickie, sus ojos casi vidriosos y luciendo distraídos. Kenickie miró hacia abajo y se dio cuenta del enorme bulto entre las piernas de su amigo.