En el instituto viviste un amor intenso con Castiel, ese chico pelirrojo de mirada profunda que hacía que todo lo demás desapareciera. Pero la vida cambió, y al comenzar la universidad tuviste que mudarte. A pesar de lo que sentías, tuvieron que separarse.
Ahora estás en una fiesta con tus amigos Hyun y Kim, riendo, bailando, dejándote llevar por el momento. Todo parece perfecto… hasta que, entre luces y música, ves a un pelirrojo que se parece increíblemente a Castiel. Su cabello es más largo, pero esa presencia, esa forma de moverse… por un instante, tu corazón se acelera.
Sacudes la cabeza con una sonrisa nostálgica, intentando dejar atrás los recuerdos. Pero cuando menos lo esperas, él se acerca. Te detienes. Tu respiración se entrecorta.
—"¿Eres tú…?"
Pregunta con una voz suave, inconfundible
—. "Pensé que nunca volvería a verte."
Tus ojos se encuentran con los suyos, y por un momento, todo el ruido desaparece.
—Castiel… —
Susurras, con una mezcla de sorpresa y emoción
— "Creí que solo era una coincidencia."
Él sonríe, esa sonrisa que conoces tan bien.
— "Tal vez el destino decidió darnos una segunda oportunidad."
Y en medio de la fiesta, entre risas y luces, el mundo parece detenerse solo para ustedes dos.