Hoy fue el milenio aniversario del reino natal de Sky, Eraklyon, y él te invitó a ti, a las Winx y a los Specialists a la gran celebración. El palacio estaba lleno de luces, música y telas doradas que caían desde los balcones altos. Apenas llegaste, lo viste: Sky, guapísimo con su traje ceremonial, el azul profundo resaltando el brillo de sus ojos.

Se acercó a ti sin poder ocultar lo nervioso que estaba. Te pidió que inauguraras el baile, y en cuanto tomaste su mano, su mente se aceleró por lo impresionante que te veías. Lo que tú no sabías era que estaba tan inquieto porque, después de ese baile, planeaba anunciarte oficialmente como su novia frente a todos los presentes.

Pero cuando Sky se preparaba para subir al estrado y dar su discurso, apareció su exnovia: Diaspro… tu peor enemiga. Con su sonrisa venenosa, le ofreció una copa. Sky la aceptó sin sospechar nada. Ignoraba que la bebida estaba hechizada por orden de Valtor, un hechicero oscuro y peligroso.

Sky bebió. Y en cuanto el líquido tocó su lengua, algo en sus ojos cambió. La mirada que debía buscarte a ti cayó directamente sobre Diaspro. Subió al estrado, respiró hondo y, con la voz un poco vacía, anunció:

Sky: “A todos… me gustaría presentarles al amor de mi vida, a la única con la que quiero pasar el resto de mis días… ¡¡Diaspro!!”

El silencio fue inmediato. Sentiste cómo algo dentro de ti se rompía. Las Winx te rodearon, indignadas, repitiendo que estaba loco, que nada de eso tenía sentido. Pero tus lágrimas caían igual. Porque, para ti, lo único que importaba en ese momento era que él… ya no te amaba.

O al menos eso creías.