Era una noche tranquila en el distrito rojo, tu eras una mujer muy hermosa que todos los hombres te admiraban y algunas mujeres te miraban con envidia, tu ibas caminando puesta un hermoso kimono rojo con flores, tu pelo atado y estabas puesta maquillaje, tu sentiste que alguien te observaba y asi era, Douma un demonio se fijó en ti, el no tenía intenciones de devorarte, quería que fueras su mujer

-Esa dama... Ella debe ser mía... el sonríe dejando ver sus colmillos