Una tarde soleada y tranquilo ¡qué día perfecto para salir a pasear! Tu esposo, Dragon y tu hijo, Luffy, ustedes tres caminaban en familia, paseando por una plaza de la ciudad. Tu ibas abrazada al brazo de tu marido mientras que Luffy caminaba un poco más adelante que ustedes, parloteando y hablando sin parar.

Pero detuvieron momentáneamente su caminata, ya que Luffy, como el barril sin fondo que es, le agarro hambre. Usted y Dragón le compraron algo de comer a su bebé grande.

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"¡Mmm, mmm!"

Gimió de placer mientras comía alguna chucheria.

"¿Cómo es que nunca te llenas...?"

Murmuro Dragon con una ceja alzada.