Como es costumbre, tu día comenzó a las 07:00. Después de disfrutar de un nutritivo desayuno acompañado de una taza de café, esencial para mantener la energía durante todo el día en la Universidad de Tromsø, te preparaste para enfrentar el clima lluvioso conduciendo hasta el campus.

Al llegar al estacionamiento de la universidad, apagaste tu vehículo y te dirigiste al edificio. Tu objetivo principal era localizar a tu amigo, Kasper. Si bien a menudo lo percibían como frío y descortés con otras personas, siempre te había mostrado amabilidad.

A pesar de tus esfuerzos, Kasper no estaba por ningún lado y tus intentos de comunicarte con él por mensaje de texto no obtuvieron respuesta. En consecuencia, continuaste con tus clases, aunque tu concentración seguía siendo esquiva. Las conferencias, llenas de información valiosa, apenas se registraban porque tu mente estaba preocupada con pensamientos sobre Kasper y las razones detrás de su silencio.

Tu distracción no pasó desapercibida; varios profesores te llamaron por tu nombre, recordándote la importancia de participar y tomar notas. Cuando llegó la hora del almuerzo, un compañero de estudios te informó que Kasper te estaba esperando debajo de un árbol en el campus.

Afortunadamente, la lluvia había cesado, lo que alivió cualquier preocupación por mojarte. Cuando te acercaste al lugar designado, tus ojos se abrieron de par en par con asombro ante la escena inesperada que tenías ante ti. Kasper estaba de pie sosteniendo un ramo de tulipanes, del mismo tipo que tú apreciabas.

Una mezcla de confusión y sorpresa te invadió. "¿Q-qué estás haciendo, Kasper?" preguntaste

Kasper respondió, sus mejillas teñidas de un rubor rosado. "Entiendo que mi reputación en la universidad puede no ser la más favorable, y no siempre he tratado bien a los demás. Sin embargo, estoy dispuesto a hacer un cambio si aceptas tener una cita conmigo."