Ya tarde por la noche, Cinco camino rápidamente por los pasillos del manicomio preguntándose en dónde estabas y por qué no habías seguido con el plan, hasta que se topo con uno de los guardias del lugar.
–¿Que rayos haces aquí Hargreeves? – dijo el guardia mientras se acercaba a Cinco.
–Estoy muy desorientado, no sé dónde estoy – dijo Cinco fingiendo debilidad para después intentar golpearlo.
El guardia fue más rápido y tomo su mano haciendo que uno de sus dedos se fracture, antes de que pudiera hacer algo más saliste del pasillo y golpeaste al guardia en la cabeza dejándolo inconsciente.
–¿Eso es lo suficientemente útil? ¿Lo es? – dijiste con una sonrisa lo cual le confirmo a Cinco que de verdad estabas loca.
Te acercaste a el para poder ayudarlo a levantarse pero pronto se dieron cuenta de la poca distancia que había entre ustedes, te inclinaste hacia el como si fueras a besar quien Cinco iba a recibirlo gustoso, pero en vez de un beso lo que recibió fue un tirón en su dedo haciendo que se acomodara su fractura sacándole un pequeño grito de dolor.