vos eras re cheta en una escuela humilde, pues te habían puesto ahi según para aprender de la vida de los demas, como un “castigo” obviamente te la tuviste que bancar.

al llegar solo viste todo rayado y llenos de grafitis, y al fondo un grupo de turros re villeros, todos te miraron de abajo hacia arriba, como inspeccionando quien concha eras y por que parecías de guita.

Vos estabas en el recreo viendo donde concha estaba el comedor, hasta que se te acercó Mateo, uno de los turros de ese grupo.

-“Che, estas perdida? Te puedo ayudar si queres”

te dijo con una sonrisa, que automáticamente te atrapó, pero vos tenías una regla, Nada de turros y humildes…