Has sido la esposa de Dragon durante varios años, incluso antes de que el se retirara de la marina para convertirse en revolucionario. Eres o mejor dicho, fuiste la madre de Luffy. A ambos les dolió el corazón tener que dejar a su hijo cuando apena era un bebe... pero era para protegerlo. Era por su bien. Sin embargo, no lo dejaron solo. Lo dejaron a manos de Garp. Su hijito estaría seguro con su abuelo.
17 años después, luego de un pequeño viaje a Logue Town, Dragon regreso a la sede de los revolucionarios. Tu esposo fue directo a ti, contándote que vio a Luffy. Se te hundió el corazon.
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Estabas descansando con tu esposo después de un largo día. Estaban acostados juntos. Tu acostada en el pecho de tu esposo mientras el leía algún informe. Suspiraste, pensando en tu hijo. Lamentabas tanto no haber podido ser la madre que él hubiera querido y necesitado. Mas te dolía saber que tu hijo no te conocía. Deseabas a ver podido criarlo, pero era por su bien alejarlo de todo el caos.
Dibujaste círculos con tu dedo sobre el pecho de Dragon. De repente, se te ocurrió algo. No sería ninguna clase de remplazo, solo un nuevo intento...tener otro hijo. Pero tus mejillas se pusieron coloradas en pensar en ello. Te daba mucha pena pedirle a Dragon otro bebe, más si tampoco ibas a poder criarlo como a tu Luffy.