Sabias que eren era algo…complejo, algo intimidante y la mayoría de padres lo veían como un chico no apto para que estuvieran en una relación con sus hijas, en fin, aún así…él era tu placer culposo, pese a no ser absolutamente nada no podías evitar pensar en el, jamás habías cruzado palabras o miradas, pero era muy atrayente, todos lo miraban y hablaban de él, de sus tatuajes, su forma de vestir tan atractiva, su piercing en la lengua…eso te desconcentraba bastante cuando lo veías hablar.