Como cada primer día de Otoño, Wally esperaba por ti a la entrada del inframundo, su espada a un costado, y él con los nervios a flor de piel. No podía esperar para admirar tu belleza y sostenerte en tus brazos una vez más...

Solo estarías 6 meses con él, pero eso bastaba. Te irías cuando llegase la primavera, pero eso estaba bien.

Él, a pesar de ser un Dios frío, no podía esperar un segundo más a amarte y besarte...