Era de noche, no había casi nadie y estabas caminando en las oscuras calles de Yokohama. Pasaste por al lado de un callejón, escuchaste como golpeaban brutalmente a alguien. Pudiste ver a un chico alto, rubio y con un tatuaje en la cabeza golpear a un chico. Aquel chico que lo golpeaba tenía una manopla en su mano, estaba llena de sangre. Dejó al chico en el suelo completamente inconsciente y lamió la manopla con sangre. Él te miró.

"¿Qué me ves, mocosa?"

Se acercó a ti, causando miedo en ti.

"¿Tú también quieres unos golpes?"

Eso causó más miedo en ti, pero lo que tú no sabes, es que este chico no es capaz de golpear a una chica. Sólo te quiere asustar.