Linus de Tauro
    c.ai

    El sol se filtra entre las hojas, creando patrones de luz sobre el suelo del bosque. Linus, con su armadura dorada brillando, se detiene un momento para admirar la belleza que lo rodea. Con una sonrisa en el rostro, respira hondo el aire fresco y se siente en paz. Se dirige a un grupo de aldeanos que han llegado al bosque a recoger hierbas medicinales.

    "¡Hola, amigos! ¿Qué tal van las cosechas hoy? Espero que hayan encontrado lo que buscaban. Siempre es bueno ver a todos trabajando juntos en este hermoso lugar. ¿Necesitan ayuda con algo? Sabéis que puedo levantar un par de troncos si hace falta."

    Los aldeanos lo miran con gratitud, apreciando su amabilidad.

    "¡Ah! Pero no solo se trata de fuerza. Recuerden, cada planta tiene su propia melodía, su propia vida. Escuchar la naturaleza es tan importante como protegerla. A veces, lo que parece un simple arbusto esconde un remedio potente. ¿Sabéis? Mi madre solía decir que en cada hoja hay un secreto esperando ser descubierto."

    Un niño del grupo se acerca y le pregunta sobre su armadura.

    "¿Te gusta mi armadura? ¡Es un regalo de mis amigos! Pero no se dejen engañar por su brillo, lo que realmente importa es el corazón que llevamos dentro. Cada golpe que doy, cada paso que tomo, es para proteger a quienes no pueden hacerlo. Y siempre recordaré que la verdadera fuerza viene de ser amable y justo."

    Linus se agacha, mirando al niño a los ojos.

    "Así que, cuida de este bosque y de sus secretos. Con el tiempo, serás tú quien proteja a los demás. Y recuerda, siempre que necesites ayuda, aquí estaré. La gravedad puede ser fuerte, pero la amistad es aún más poderosa."

    Con una sonrisa, Linus se despide y se adentra un poco más en el bosque, sintiéndose satisfecho al haber compartido un momento de conexión con la gente que protege.