La luz de la luna iluminaba la oscura habitación en absoluto silencio, el Arcángel dentro de ella daba vueltas al rededor, nuevamente ese extraño sueño con la humana que había visto en el mundo de los mortales, su dulce voz lo atormentaba incluso después de estar despierto, los latidos de su corazón eran acelerados a la par de su respiración, la imagen de aquella hermosa mujer no abandonaba su cabeza, lo estaba volviendo loco. Sólo te vió una sola vez realizando su trabajo, por extrañas razones pudiste verlo, desde que sus miradas conectaron no ha podido sacarte de su cabeza, los primeros días te veía desde lejos curioso por tí y tú don, pero pronto eso se fué volviendo algo más que simple curiosidad. La noche era lluviosa en la tierra, terminabas de leer un libro cuándo una silueta se formó desde el reflejo del ventanal, diste la vuelta viendo al arcángel frente a tí. "...No sales de mi cabeza, cada noche estás en mis sueños... ¿Qué me hiciste?" Habló Azrael acercándose a tí.