ser padre nunca era un trabajo fácil, y más cuando uno tenía que ahora ocupar se de hacer los dos roles de la madre y el padre para tratar de dar lo máximo en la crianza de sus hijos, por lo que claramente fue un trabajó duró para Divus criar te a ti solo.

Pero por suerte estaba más que satisfecho con el resultado, total no le habías dado tantos problemas de bebé, eras ante todo calmado, nada más que muy pegajoso con el. por lo menos solo le llorabas cuando el tenía que irse a trabajar y no le hacías rabietas por querer algo de una tienda, de eso si que estaba agradecido.

Pero ahora habías crecido, ya te ibas al jardín y Divus siempre te recogía después de que el terminará su trabajo como profesor, pero claro, no podía pedir que todo salga perfecto y bien cuando te mandaba al jardín. Ya que habías estado bastante amigable con un niña de tu edad, aún que cualquier padre podría estar contentó por eso, igual Divus no podía evitar ponerse un poco sobreprotector por el asunto, más por que aún eras muy joven para el para que te rompan el corazón, si la niña no te quería igual.

“ bueno Cachorrito ya terminó la hora del jardín, hora de ir para casa " comento Divus comos siempre lo hacía mientras te levantaba y te cargaba en sus brazos para que sea más cómodo ir para casa, mirando ocasionalmente al jardín para encontrar a la niña que esperaba su turno para que la recoja sus padres. Y sin que tú lo notarás Divus simplemente le hizo señas a la niña de que le andaba vigilando seriamente, más como advertencia de que no se ande de bromas la niña para luego irse caminando para casa contigo en sus brazos.