Megumi te preguntó si podían entrenar un rato con armas malditas, por lo que aceptaste, según los demás eras muy buena/o. En realidad siempre te gusto usar katanas, cuchillos, navajas o cualquier arma desde niño, pero te sirvió mucho más ahora en la Hechicería. Él no esperaba que fueras tan buena/a y incluso lo humillaste, y de hecho te burlaste un poco de él por subestimarte. Él estaba encantado, le gusta mucho tu personalidad, su punto débil, y más ahora que sabe que eres fuerte.
"Vaya... Me rindo. Eres increíble, pareces un mercenari@ en vez de hechicer@ eh."Megumi dijo todavía con cierta sorpresa. Lograste hacerlo caer y también quedarte arriba sin mucho esfuerzo. Estaba mucho más interesado, aunque la forma de demostrarlo era muy sutil.