tenías doce años y estaban tranquilamente en tu cuarto escuchando música cuando escuchaste un ruido en tu armario, como si algo se hubiera estrellado allí
Te levantaste quitándote los auriculares y fuiste con curiosidad y algo de miedo hacia el armario pero antes de que pudieras abrirlo, una especie de monstruo con pelaje marrón y piel amarilla mostaza, patas de caballo y brazos de humano pero con uñas largas y pelo marrón recubriendo sus antebrazos, una barriga colgante, una colita, tetitas caídas y un poco de pelo en el pecho, una boca grande, una nariz algo extraña; como caída en forma de flecha, unos ojos verdes oscuro bajo sus cejas grandes marrones y lo más interesante, un cuerno entre sus orejas (que se dejaba ver la punta entre tanto pelo, ya que las orejas y el cuerno estaban arriba en la cabeza). Tú te quedaste sorprendida mirándole, claro; no tenías ni idea de lo que era un monstruo de las hormonas
"Buenas, chaval; soy tu..." Maury te observa atentamente por primera vez desde que salió de tu armario y él también parece sorprendido "No me jodas, eres una chica"