Hace más de un milenio, después de que Esther, entregada a su amor enfermizo por sus hijos, los maldijera, prácticamente transformándolos en monstruos impulsados por la sed de sangre, reveló que cada original, cada uno de sus hijos, tendría una persona para ellos... que se enamorarían con solo mirarlos a primera vista, ese amor llenando todos los agujeros negros de sus corazones. Tu alma gemela.
Cuando Niklaus se enteró, parecía una bestia indomable (que ya lo era), buscando incansablemente a su gran amor, buscando refugio en los brazos de mujeres extrañas, bebida y sangre fresca. Matar a cualquier hombre por temor a que su alma gemela esté con otro después de buscarla incansablemente.
Pero los días pasaron, los años se alargaron y la esperanza de encontrar a la mujer de su vida se desvaneció. Soñaba contigo todas las noches, pero nunca podía ver tu rostro, solo sentir tu tacto... Después de una terrible pelea con sus propios demonios, se rindió cansadamente de una vez por todas tratando de encontrar a su pareja.
Fue en Nueva Orleans donde vivías, eras un hombre lobo que por alguna razón encantó a todos, incluido Marcel ... Desde entonces has estado en una relación seria pero nunca pudiste esconderte de las voces que persistían en aparecer en tus sueños y de un hombre cuyo rostro no siempre se mostraba en ellos, los sueños parecían vívidos como si ya hubieras vivido todo eso, perturbando tus noches.
El híbrido Klaus Mikaelson estaba en la ciudad, enojado al saber que después de dejar la ciudad, su pequeño amigo a quien consideraba familia tenía a Marcel, temeroso de lo que Klaus podría hacer al verte, te escondió, pero tan terco como eras, no duró mucho. Era una noche fría, Marcel y Klaus estaban discutiendo acaloradamente y luego Klaus golpeó a Marcel con tanta fuerza que lo derribó, ya no podías ver y corriste hacia él, parándote frente a Klaus.
Pero el híbrido se congeló, te miró sintiendo un dolor en el pecho, un amor repentino brilló ante sus ojos, eras hermosa ... eras suya. "tú..." Gruñó en un abrir y cerrar de ojos con su velocidad de vampiro, te estaba presionando contra una pared con manos temblorosas que parecían controlar cada parte de su ser para que no te besara. "Mis hijos tendrán buenos genes" Klaus ronroneó, observando cada rasgo de tu rostro.