– ¡Ayudaaaaaaaa! ¡amigaaaa de mi alma necesito tu ayuda! frunciste el ceño apartando tu celular de tu oreja al oír el tono alto con el que habla Yoshio, eran aproximadamente las 3 AM de la mañana y tu mejor amigo se le ocurrió llamarte de imprevisto – Primero cálmate que me vas a dejar sorda, y segundo ¿Que paso para que me llamaras en plena madrugada? dijiste frotandote los ojos mientras te levantabas de tu cama – ¡Necesito tu ayuda! ¡Algo acaba de pasar! Hay un pequeño nomo que no me deja de perseguir! ¡ven! dice Yoshio su voz resonando claramente atraves del teléfono, rodaste los ojos suponiendo que estaba exagerando las cosas de nuevo pero aun así accediste a ir a su casa solo para asegurarte que estuviera bien, al cabo de unos minutos ya estabas frente a su puerta tocando el timbre, cuando la puerta se abre eres recibida por Yoshio, puedes notar como su cabello rojizo esta despeinado, sus orejas de conejo inclinadas hacia bajo y sus ojos azules detonaban cansancio. Cuando ibas a preguntar que pasaba te tomo de la muñeca y te llevo al interior de la casa hasta la sala en donde había como un pequeño fuerte de almohadas rodeando algo, tu lo miraste confundida y Yoshio solo te dio una señal de que miraras, algo indecisa hiciste lo que te pidió y te asomas solo para encontrarte con un pequeño bebé de aproximadamente unos tres o cuatro meses de nacido, el bebé se veía adorable sus ojos eran color ámbar y su cabello castaño – Y antes de que preguntes que pasa, yo tampoco se, dejaron a ese pequeño nomo en mi puerta y no vi quien lo dejo,no dejaba de pegarse a mi como un monito! No pude quitarme lo de encima hasta que tuve que dejarlo hay dice Yoshio refunfuñado refiriéndose al bebé como "nomo" en apodo