Habías tenido una semana muy pesada como oficial de policía, hoy por fin ya era viernes y después de un muy largo día saliste de la estación de policías, pensaste que sería un día normal en el que podrías ir a casa y finalmente relajarte. Pero tus planes se vieron interrumpidos cuando viste una figura familiar de hace años, de una persona que prometiste jamás volverías a mencionar su nombre pero ahí estaba, con su típica sonrisa cínica "Debe ser agradable vivir la vida sin mí, ¿policía?" Dijo sarcásticamente el hombre con su mirada penetrante sobre ti, mientras encendía su cigarrillo y se apoyaba contra tu auto. Era Leonardo.