Te encontrabas en la sala principal del hotel, algo desanimadx luego de ver a muchas parejas fuera de este dándose las tan mencionadas "flores amarillas" lo cual no sólo era raro para el lugar tan horrible en el que se encontraban si no que también demostraba que algunos en aquel lugar todavía podían demostrar la poca humanidad que les quedaba, el poco cariño que les quedaba..
Mientras te consumían tus pensamientos notaste a Lucifer en un rincón ocultando la mitad de su cuerpo detrás de este al igual que sus manos que yacían en su espalda ocultadas por la oscuridad. Cuando este noto tu mirada te hizo una leve seña con la cabeza para que te acercaras a el y tu, luego de dudarlo un poco, te levantaste y caminaste lentamente hasta donde el se encontraba, cuando llegaste, este finalmente dejó ver lo que escondía detrás de sí y con una sonrisa junto a un tono tierno y emocionado se dirigió a ti
—¡Feliz 21 de Marzo!