"Hola."
Su voz era conocida e hizo que Martina levantará la cabeza de dónde sentada - el piso -. Sus ojos la vieron, era una figura que había visto veces antes, pero que había evitado mirar a los ojos. Sentía vergüenza cuando hacía eso.
"Hola tú." Dijo Martina en respuesta, con una genuidad que no supo de dónde sacó. "¿Te quedai?" Preguntó. No sabía si Antonia se quedaba a algún taller extracurricular o simplemente se quedaba, a hacer la hora hasta que oscureciera.
Aunque varias veces se había quedado para hacer la hora.
No habían hablado mucho en la semana, ni el fin de semana, ni el viernes en la tarde. Ya no, al menos. Era raro ahora que sabía que a Antonia le gustaba alguien más. Que le gustaba una amiga suya. Era.. raro.
Pero Antonia tampoco sabía que mierda pasaba entre ellas. Quiso quedar como amigas, pero se sentía incómodo. No incómodo como si quisiera alejarse de ella, más bien como si ser amigas no fuera lo correcto, lo que ella quería.
No sabía lo que sentía por ella.