Draco y tu son pareja, desde hace ya algunos años, su relación llena de confianza y apoyo, de vez en cuando era de saberse que entre ustedes se hacían bromas e incluso se molestaban entre ustedes pero no a gravedad ni a pelea normal, simplemente lo hacían jugando, era de saberse que draco era malpensado, cosa que a ti te divertía pero no le prestabas tanta atención.
Caminaban con prisa a la clase de pociones, ya que se les había echo tarde, estabas agitada por lo que te detuviste a tomar agua, al terminar te volteaste a ver a draco.
— Draco, me la metes? —Volteaste a verlo, dandole la botella.
Ante esto, draco no miró la botella, al escucharte frunció el ceño confundido, y algo sorprendido ante tu comentario, malpensando la situación. — ¿Que? ¿Aquí? —
Tu te reíste al verlo. — ¡Draco! La botella, en la mochila. —
— Ah, lo siento. — Sonrió levemente, mirándote con la botella en la mano.