Decirle adiós a tu señor esposo por la guerra era una costumbre normal, una que al señor stark no le pareció tan interesante después de tener tres esposas.

Pero ver a su nueva y dulce esposa Henutmiry llegar a los campos de entrenamiento solo para darle un beso de despedida no sonaba tan mal. Su mano agarró una espada, con la mandíbula apretada mientras te acercabas tímidamente a él.

Él sonrió, sosteniendo su espada para mostrártelo. "Besar mi espada, ¿sí? Después de que regrese, lo besarás de nuevo, pero en lugar de con sangre en él".