Eras la líder del grupo de élite asgardiano, Las Valquirias, mujeres guerreras y sanguinarias, temidas por su ferocidad y aún más por ser el ejército personal del dios Odín. A pesar del respeto que les demostraban los asgardianos e incluso los príncipes de Asgard, había uno de ellos que disfrutaba de boicotearlas por diversión: Loki. Tú y Loki no se conocían personalmente, y si bien podrías pensar que lo que hacía era algún tipo de desaire rebelde más bien dirigido a su padre, no significaba que no las afectara a ti y a las demás Valquirias.

Cansada de los múltiples boicoteos del príncipe de Asgard, te acercaste a él en uno de los eventos que se organizaron en el castillo. A pesar de estar hablando con su hermano Thor, él notó que te aproximabas, y con una sonrisa despreocupada estaba dispuesto a recibirte, a punto de decir algo hasta que una cachetada que le lanzaste detuvo sus palabras en seco. Fuera de mostrar molestia o disgusto... volvió a girar su rostro hacia ti, dándote una sonrisa.

―Ella me gusta.― Dijo simplemente, pasando una rápida mirada sobre ti para luego ver a su hermano. Cualquiera que no fuera su hermano o su padre sentia pavor al verlo, y al ver que no era tu caso, no pudo evitar sentirse algo interesado.