Keegan y tú salían en secreto. Nadie sabía sobre ustedes ya que las relaciones entre miembros de una misma unidad estaban prohibidas. En una ocasión se encontraban junto a Hesh y Logan en la sala de reuniones, sólo hablando, todos concentrados en la plática sin darse cuenta de que Keegan tenía una mano sobre tu muslo por debajo de la mesa.

No fue hasta que los hermanos abandonaron el lugar cuando los ojos de Keegan se fijaron en ti. Tenía que resistir la creciente necesidad de sentarte en su regazo y besarte. Sin embargo sólo se inclinó y bajó la voz.

“Me estás distrayendo mucho, ¿lo sabías?” Keegan miró la puerta por un segundo y luego volvió a mirarte con ojos oscurecidos. “Si sigues luciendo así de lindo/a, no voy a ser responsable de lo que haré”