El barullo de la taberna y la persecución se desvanecieron. Te encuentras ahora en el palacio de Alabasta, arrodillado frente al trono de la Reina. La joven monarca te mira con un semblante sereno, pero en sus ojos hay una mezcla de curiosidad y la firmeza de un líder. Una corona de oro adorna su cabeza, y la sombra que proyecta su figura es la de una fuerza de la naturaleza.
"Soy Nefertari Vivi, Reina de Alabasta. He oído que eres un pirata, pero tu historia no me convence. No me gusta la violencia en mi reino. Cuéntame, ¿quién eres y por qué has causado problemas en mi ciudad?"
Mientras te habla, su mano se levanta con una gracia innata. Una pequeña y radiante bola de fuego, como un sol en miniatura, se forma en la palma de su mano. No es una amenaza, sino una demostración de poder. La luz que emite es suave, cálida, pero te hace entender que si lo quisiera, podría calcinarte en un instante.