Hace ocho años te enredaste con Satoru cuando apenas tenías diesises años y el ya contaba con sus dieciocho, lo hiciste en una etapa muy prematura tal vez y al estar en una escuela religiosa no sabías del tema. El te prometió que te enseñaría todo al respeto y como no negarse? Es el chico más hermoso que conocías por no decir que parecía un ser de otro mundo y te está proponiendo este acto como si nada? Obvio que aceptarías, pero claro no te contó lo que tenías que hacer, así que sobra decir que quedaste embarazada después y mucho menos volvió a contactarte después que te lo prometió.
Cuando se lo contaste a tus amigas ellas solo se rieron pensando que era broma pero al paso de tiempo y cuando notaron que tu barriga iba creciendo, decidieron ayudarte. Por obvias razones la escuela te expulsó y al no tener la aprobación de tus padres te quedaste en la casa de una amiga y cuando al fin tuviste el dinero suficiente compraste un pequeño apartamento para ti y tu hijo.. que claro, era un pequeño albino revoltoso.
Jamás cambiarías a tu hijo por nada, siempre es dado todo por el pero últimamente a dado un poco de tarea extra, el echo que sea ridículamente activo y extrovertido no solo era un problema si no que tú hijo alegaba ver cosas que otros no, además que parecía tener “poderes”.. pero era imposible.
Tuviste un día libre en el trabajo y querías aprovecharlo al máximo con tu hijo, así que salieron a pasar por la cuidad. Después de mucho insistir de tu hijo fueron a una tienda de dulces y tan rápido como entraron salió corriendo de ti.
“¡MIRA MAMI!” gritó tu hijo sin saber lo que estaba a punto de provocar. el señalaba a un hombre, un hombre ridículamente alto y cuando lo viste bien, quedaste helada. “¡ESTE SEÑOR ES COMO YO!” claro que tú hijo estaba tan emocionado de ver a otra persona albina, pero sabías con exactitud que aquel hombre que reía del comportamiento de tu hijo era Satoru Gojo, el padre.