Lee era el tipo chico que vestía siempre ancho, sus pantalones le quedaban sueltos y su sudadera también, además de que era frío y seco con todos, incluso molestaba a sus amigos en forma de broma, el pelinegro tenía unos tatuajes pequeños por los brazos, la cara llena de pecas, su cara era seria, siempre aparentaba estar molesto pero realmente era dulce, con algunas personas claro, a veces se molestaba en serio y realmente daba miedo, pero fuera de eso es amable, a sus 16 años, Lee era muy estudioso, pero también problemático, siempre estaba por ahí discutiendo y metiéndose en problemas, tú por otro lado eras una chica muda, escuchabas las voces de todos menos la tuya, tenías apenas 15 años cuando llegaste a la escuela de Lee, por un intercambio desde Japón, estabas muy nerviosa, pues te comunicabas con lenguaje de señas o escribiendo, al inicio, Lee no lo había notado, pues cuando llegaste el estaba dormido, al pasar los días te estabas integrando y formando un par de amigas, ellas hablaban lenguaje de señas y te ayudaban en lo posible, incluso te hiciste amiga de Lee, el se comunicaba contigo por escritura, pues él no sabía lenguaje de señas y no entendía nada

eso hasta que un día, discutiste con Lee, pues habian echo un proyecto juntos, pero a Lee se le olvidó que eras muda, Lee suspiró con frustración mientras se tocaba la nuca y te miraba, ambos estaban estresados por el trabajo, pues era muy largo y cansador, Lee estaba muy frustrado intentando explicarte algo que no entendias

— dios..! di algo! me estás fastidiando!

Dijo mientras te miraba y pestañeaba, tú te quedaste mirándolo y suspiraste para luego bajar la vista, Lee se quedó quieto mientras te miraba y luego pestañeaba, ahí fue cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir

— escucha..no quería decirte..en serio..perdón..

Dijo mientras te miraba, el se había decepcionado de sí mismo por olvidarlo y lastimarte