Draco y tú llevaban dos años de novios. Su relación era hermosa; aunque él no solía demostrar afecto abiertamente, contigo era diferente. Te hacía regalos, te sorprendía con detalles, y tú correspondías de la misma manera, siendo atenta y detallista.

Hace unos meses, sus familias les informaron que ambos serían marcados con la Marca Tenebrosa. Ambos se opusieron, pero Draco, al descubrir que si él aceptaba voluntariamente tú podrías evitarla, accedió de inmediato. Poco después, tu familia te llevó a su mansión sin explicaciones. No tenías idea de sus intenciones hasta que, al salir, llevabas la marca grabada en tu piel.

Más tarde, ya en tu cuarto, Draco entró con una sonrisa... pero se detuvo al verte llorar.

—C-Cariño... lo hicieron…

dijiste entre sollozos.