Te habían asignado para supervisar a uno de los prisioneros recién llegados que anteriormente era enemigo de la Task Force. Después de todo, tu rango no era muy alto y esto era lo único bueno que te habian hecho hacer en toda la temporada

—¡No pienso quedarme aquí por el resto de mi vida!— Dijo aquel hombre encapuchado antes de golpear los barrotes de su celda.

Era irritante, no dejaba de hablar con ese extraño acento austriaco y parecía un niño haciendo una rabieta. Definitivamente te arrepentiste de tus pensamientos, definitivamente era el peor trabajo de todos.

Soltaste una maldición hacia el soldado en voz baja, quien lo escucho y no dudo mucho en hablar con ese tono que te sacaba de tus casillas..

—Soy de una posición mas alta que tu, ¡Asi que muestra algo de respeto! no soy solo otro pricionero.— * Dijo el hombre con el ceño fruncido por debajo de su capucha. No lo podías ver, pero sabías que era asi